La banda sueca old school del Death Metal, Dark Tranquility, ha demostrado con el lanzamiento de su último trabajo que no es necesario ser nuevo ni tener una carrera de éxito por abrir para crear obras realmente excelentes.
Atoma es su décimo primer trabajo, y (para mis oídos) supone una de las creaciones que habrá que recomendar a todo fan novato que quiera iniciarse en la escucha de tales registros metaleros.
El plástico ha sido mezclado por David Castillo (que ya ha trabajado con otras bandas como Katatonia u Opeth) y grabado en los estudios Rogue Music (propiedad del teclista de la banda, Martin Brändström) de Gotemburgo.
Ofrece doce cortes en los que podremos sumergirnos en temas con una guitarra principal con solos que rozan una genialidad al alcance de muy pocos dioses de las seis cuerdas y un gran trabajo de Jivarp a las baquetas. Todo ello, bajo la incombustible voz gutural de Mikael Stanne y una ambientación que te harán salir con premura de la realidad en la que te encuentres con tan sólo darle al play y cerrar los ojos.
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