Segundo LP del cuarteto barcelonés que se asienta y marca territorio en el club de indispensables del Indie Rock más retro del panorama nacional.
Con una musicalidad algo continuĂsta con respecto a su debut homĂłnimo si obviamos el cambio de idioma (de InglĂ©s a Castellano) y algunos matices en la voz de Javi Adrover, a primera escucha, el plástico evoca intensidad de principio a fin gracias al sonido de guitarras y pedaleras que transportan a paisajes cálidos, sensaciones estivales y luminosidad. Olor a verano en pleno Enero.
Mantienen un sonido que mama directamente del Pop / Indie ochentero y noventero. No habrĂan desentonado lo más mĂnimo si hubiesen nacido veinte años antes. Black Islands suenan a The Velvet Underground, The Cure, The Feelies, Superchunk y a mucho más. Porque no se quieren encasillar, porque desde el segundo uno se aprecia una suficiencia sobrada del combo personalidad-talento, que tan indispensable se antoja para alcanzar un sonido propio.
Black Islands dan asà un segundo paso en un ascenso febril y merecedor de todo elogio en un género que demuestra estar en plena forma y no decaer.
Letras frescas de temática variopinta que van desde lo polĂtico a lo social, pasando por vivencias propias cotidianas o temas dedicados a personajes, y un artwork (excelente obra de Cristina Daura) que resalta a primera vista y que capta a la perfecciĂłn el espĂritu del grupo, completan este trabajo al cual bien merece darle todas las vueltas que el tiempo permita.
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